viernes, 14 de agosto de 2009
Especies candidatas a responder el misterio del Kraken parte VI
Como siempre cuando se habla de misterios, las creencias vienen en primer lugar por testimonios de marinos que dicen haberlos visto, testimonios que, por supuesto, no son valederos para los científicos. En 1903 se observó un calamar de cincuenta metros en Noruega, y en 1933 uno de veintidós en aguas de Terranova.
Ilustración de un calamar colosal siendo fotografiado desde un sumergible (Aún no ocurre)
En ocasiones los cachalotes moribundos vomitan el contenido de su estómago. Algunos balleneros han observado en esos casos fragmentos desmesurados de brazos de calamar.
Además de todo esto, en la piel de algunos cachalotes se han constatado enormes cicatrices de ventosas. De su diámetro, que llega a alcanzar hasta cuarenta centímetros, se puede calcular que fueron infligidas por calamares que, si pertenecen al género Architeuthis, deben tener hasta un centenar de metros de longitud. Si correspondieran a especies que poseen otras proporciones corporales sus dimensiones podrían ser menores, pero también mayores. El único detalle es que no se conoce ninguna especie de calamar que posea ventosas tan grandes como las que pueden haber dejado esas marcas. Sin embargo éste no es indicio suficiente para especular si un calamar aún más grande que el calamar colosal provocó tales cicatrices, ya que una cicatriz puede aumentar de tamaño conforme el cachalote vaya creciendo. A menos que se sepa que tales cicatrices son recientes, no sería una prueba concluyente.
Especies candidatas a responder el misterio del Kraken parte V
El calamar colosal (Mesonychoteuthis hamiltoni), también llamado cranquiluria antártica, es una especie de calamar descubierta más recientemente y que supera en peso y tamaño al Architeuthis o calamar gigante, aunque este último presenta tentáculos más largos en la mayoría de casos. Es considerado la especie de calamar más grande, y el único miembro del género Mesonychoteuthis. Según los cálculos actuales, se estima que podría alcanzar un tamaño máximo de entre 16 y 20 m, basándose en el análisis de especímenes pequeños y sin desarrollo completo.
El peso máximo ronda los 500 kg, basándose en unos restos parciales que se encontraron en 1925 en el estómago de un cachalote, se especula que podría ser aún mayor, con 28 y aún más metros de punta a punta.
Hay que tener en cuenta que muchos de estos metros están compuestos por sus dos largos tentáculos prensiles (sus ocho brazos restantes son más cortos).
Esto lo transformaría en el invertebrado más grande conocido. Hasta el momento, sólo se han descubierto 6 ejemplares de la especie. El calamar colosal tiene formas y características diferentes de las del Architeuthis dux (conocido como "Calamar gigante") y podría llegar a tamaños aún mayores que el que alcanza éste.
La especie fue descubierta por primera vez en 1925, al descubrirse dos tentáculos en el estómago de un cachalote, y en el 2007 es registrado el espécimen más grande capturado hasta la fecha. Una hembra, capturada por un barco de pesca de Nueva Zelanda cerca de la Antártida. Tenía una longitud total de 10 m (con 4 m de manto), y pesaba 495 kg, siendo trasladado a Nueva Zelanda para su estudio científico.
El Mesonychoteuthis hamiltoni posee el pico más grande conocido entre los calamares, superando al del Architeuthis en tamaño y robustez. También se cree que el calamar colosal posee los ojos más grandes del mundo animal (incluso mayores que los del calamar gigante).
El hábitat conocido de este calamar se extiende miles de kilómetros desde norte de la Antártida hasta el sur de América del Sur, el sur de África, y el sur de Nueva Zelanda, es decir, su principal hábitat sería el Océano Glacial Antártico.
Poco se conoce sobre la vida de este animal, pero se especula con que caza presas como quetognatos y otros calamares en la profundidad del océano utilizando bioluminiscencia (posee un fotóforo sobre cada ojo). Basándose en la profundidad de la captura de algunos especímenes, así como picos encontrados en estómagos de cachalotes, el Calamar Colosal adulto llega a estar hasta por lo menos 2.200 m de profundidad, mientras que los más jóvenes van hasta 1 km de profundidad.
Especies candidatas a responder el misterio del Kraken parte IV
Plinio el Viejo, que vivía en el siglo I d. C., también describió un calamar gigantesco en su Naturalis Historiæ, con la cabeza “tan grande como un barril”, los brazos 9,1 m. de largo, y una masa corporal de 320 kilogramos.
Las historias sobre calamares gigantes son comunes entre marineros desde tiempos remotos. La existencia de estas historias se remontan a la leyenda noruega del kraken. En 1755 se usó esa palabra para describir a una gran serpiente marina que nadaba cerca de un barco en la costa de Noruega.
El Alecton intentando capturar un calamar gigante en 1861.
Japetus Steenstrup elaboró una serie de documentos sobre el calamar gigante en la década de 1850. Él fue el que acuñó el término "Architeuthis", utilizándolo para definir a los calamares gigantes, en un documento en 1857. Una parte de un calamar gigante fue guardada por el barco francés Alecton en 1861, este hallazgo permitió un mayor conocimiento por parte de la comunidad científica de la especie/género. Entre 1870 y 1880, se encontraron un gran número de calamares varados en las costas de Terranova. Por ejemplo, un espécimen de Thimble Tickle Bay en Terranova, hallado el 2 de noviembre de 1878, medía 6,1 m (20 pies) de largo. Uno de sus tentáculos medía 10,7 m (35 pies) de largo y se estimó que tenía un peso de 2,2 toneladas. En 1873, un calamar "atacó" a un ministro y a un niño en un Dory en Isla Bell, Terranova. También se han encontrado calamares gigantes varados en Nueva Zelanda a finales del siglo XIX.
Los calamares gigantes se encuentran en todos los océanos aunque resulta raro hallarlos en aguas tropicales y polares. Se han encontrado en el Atlántico Norte, Escocia, Irlanda, Sudáfrica, Nueva Zelanda y España, concretamente en el Caladero de Carrandi, entre las 18 y 30 millas (vertical de Colunga) y en las Canarias. Cepesma posee 21 calamares gigantes de distintas especies. Los Architeuthis expuestos van desde los 6 m a los 13 m de longitud. El primer ejemplar es una hembra inmadura de 1,5 años y 147 kg. El segundo ejemplar pesa 140 kg y tiene tentáculos de 6,5 m de longitud. También hay ejemplares de 120, 114, 107 kg., entre los más grandes.
Especies candidatas a responder el misterio del Kraken parte III
El calamar gigante alcanza tamaños considerables, con registros de largo del manto (LM) superiores a 4,5 m, largo total de la mayoría de los registros de 6 a 12 m. Este género presenta un dimorfismo sexual pronunciado. El peso máximo se estima en 300 kg. hembras, y 175 kg. en los machos.[4] . Los machos tienen una vida más corta que las hembras y maduran sexualmente más tempranamente, se estima que los machos viven en torno a un año y las hembras les duplican o triplican los años.
Aunque el calamar gigante tiene ocho brazos, son los dos tentáculos más largos los que le sirven para capturar las presas, pudiendo llegar a 12 m. de largo. Cada tentáculo está equipado con ventosas, las cuales presentan una especie de anillo con dientes. Mientras que estos hacen succión, los dientes se clavan en la piel de la víctima, proporcionando así una mayor seguridad a la hora de acechar a sus presas. La boca de los calamares se parece bastante al pico de un loro. La lengua está equipada con un órgano llamado rádula, encargado de saborear la presa antes de que pase al esófago para que pueda ser digerida.
En los estudios realizados de alimentación, en sus estómagos se han encontrado un alta porcentaje de bacaladillo y otros peces. Las últimas necropsias también revelan restos de pequeños crustáceos. Por otro lado, los calamares son el bocado predilecto de los cachalotes, los cuales descienden hasta la zona abisal (más de 1.000 m) para hacerse con su carne, dando así origen a titánicas peleas submarinas. También son el alimento de peces óseos y cartilaginosos de profundidad y de aves marinas como el albatros “Diomedea exulans”.
Especies candidatas a responder el misterio del Kraken parte II
Se conoce muy poco acerca de su ciclo reproductivo. El macho tiene un espermatóforo prensil o tubo de depósito; que actúa como pene, de 9 dm. de longitud, que extiende desde dentro del manto, y aparentemente usa para inyectar esperma dentro del depósito de la hembra (localizado en un brazo). Aunque el medio por el cual el esperma es transferido a la masa de óvulos es materia de mucho debate, una captura en Tasmania de un especímen hembra con un pequeño subsidiario tendril fijado a la base de cada uno de sus ocho brazos podría ser vital para resolver la cuestión. Esta especie pierde los hectocotilos usados en la reproducción como en muchos otros cefalópodos.
Pedazo de piel de cachalote con marcas de las ventosas de un calamar gigante.
Los brazos están equipados con centenares de ventosas de succión en dos filas a lo largo, cada una montada en una base individual, y provisto alrededor de su circunferencia con un anillo dental que lo ayuda a capturar su presa por aferrarlo firmemente entre la succión y la perforación. El tamaño de las ventosas varía de 2 a 5 cm. de diámetro, y es común encontrar sus marcas o cicatrices circulares cerca de la boca de los cachalotes que cazan estos animales. Otro predador conocido del calamar gigante, es el tiburón soñoliento Somniosus pacificus, en el océano Antártico, pero no se conoce si esos tiburones activamente los cazan, o son simplemente limpiadores de carcasas de calamares. Uno de los más inusuales aspectos de esta especie (como también en algunas otras especies de calamares de grandes dimensiones) es su tendencia a mantener densidades bajas de amonio en relación con el agua de mar y así mantener flotabilidad neutra, buoyancia, en su ambiente natural (la columna de agua), ya que carecen filogenéticamente de una vejiga natatoria llena de gas como usan para esa función los peces teleósteos, se sirven del cloruro de amonio que hay por su tejido muscular. Como todos los cefalópodos, los calamares gigantes tienen órganos especiales estatocistos para sensar su orientación y movimiento en el agua. La edad de un espécimen puede determinarse por medio de "anillos de crecimiento" en los estatolitos del estatocisto, análogo a determinar la edad de un árbol contando sus anillos, de lo que se deduce que los machos crecen unos 2,6 mm. al día y las hembras 4,68 mm.
Especies candidatas a responder el misterio del Kraken parte I
El calamar gigante o megaluria, creída una criatura mítica, es un calamar de la familia Architeuthidae, representados por unas ocho especies del género Architeuthis.
Son animales de inmersión profunda, que crecen en dimensiones prodigiosas: recientes estimaciones dan un máximo de 15 m para machos y de 17-19 m para las hembras. Aunque se ha especulado la existencia de ejemplares de mucho más de veinte metros y media tonelada de peso, no está constatado. Uno de los mayores especímenes fue una hembra, cuyo cadáver quedó varado en una playa de Nueva Zelanda, en 1887, que medía en torno a los 18 metros de largo. También se habla de otro ejemplar capturado accidentalmente en el año 1933, en aguas neozelandesas, de 21 metros y 275 kilos de peso.
Los tentáculos, que llegan a medir de 2,5 a 6 veces la longitud del manto, o saco visceral que hay sobre la cabeza, forman la mayor parte de la longitud corporal. El 30 de septiembre de 2005, estudios del Museo Nacional de Ciencias de Japón y la Asociación de observadores de Ballenas de Ogasawara obtuvieron imágenes de un calamar gigante en su hábitat natural. Se obtuvieron 556 fotos en 2004. Y el mismo equipo filmó un calamar gigante por primera vez el 4 de diciembre de 2006.
El carácter esquivo del calamar gigante y su apariencia aterradora son imágenes que se han establecido firmemente en la mente humana. La imagen que tiene el hombre del calamar gigante ha evolucionado desde que aparecieron las primeras leyendas sobre el kraken hasta la aparición del libros como Moby Dick, Veinte mil leguas de viaje submarino o, la reciente novela, El Rojo de Berhard Kegel.
En particular, una imagen muy recurrente ha sido la de un calamar gigante que atrapa con sus tentáculos a un cachalote, cuando en realidad, el calamar frecuentemente es la presa del cachalote.
Mitología como fuente de información
La información otorgada por el folklore y las leyendas de ciertas culturas es valiosa para la búsqueda de críptidos, pues a falta de indicios tangibles, muchas veces se parte de información subjetiva proveniente de tradiciones populares y mitos. Esta información debe, empero, ser tratada con pinzas por los criptozoólogos, pues, como científicos, tienen que separar lo místico y mágico de lo real, purgar la información para conseguir, si es posible, algún dato preciso sobre el animal que estaría detrás del mito.
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[1] Como la relación calamar gigante-Kraken.
Críptidos famosos IX.c: Aves gigantes
Otras tribus amerindias hablan todavía hoy de otra enorme criatura: el ave del trueno. Según James "Cielo Rojo", indio ojibwa de la región de Thunder Bay, en Ontario (Canadá): «Vimos hace varios veranos un ave del trueno. Era un ave enorme, mucho mayor que los aviones que podemos contemplar hoy. No batía sus alas, ni una sola vez. Era blanca por debajo y negra por encima.»
Los informes modernos sobre aves gigantescas en los Estados Unidos comenzaron a finales del siglo XIX En el año 1882, en Dent's Run, Pennsylvania, un tal Fred Murray divisó una bandada de aves que, según dijo él, parecían buitres gigantescos, con una envergadura de más de 5 metros.
En febrero de 1895, la desaparición de la niña de diez años Landy Junkins en Webster Country (West Virginia) fue atribuida a una de estas enormes aves. La madre de Landy envió a la niña a la casa de unos vecinos, pero nunca llegó a ella. Un grupo de búsqueda encontró sus huellas en la nieve; abandonaban el camino y se adentraban unos pocos metros en un campo. Allí, numerosas huellas se mezclaban entre sí, como si la pequeña hubiera dado vueltas sobre si misma, tal vez tratando de escapar. Nunca más se supo de ella.
El padre de la criptozoología: Bernard Heuvelmans (1916 - 2001)
Además de acuñar el término, Heuvelmans demostró con su profesionalismo y juicio crítico científico que lo que él denominaba criptozoología sí podía ser practicado con la rigurosidad característica de las ciencias, a diferencia de la creencia popular, lo cual le sumó prestigio. También publicó varios libros sobre criptozoología, dos de los cuales son de un valor magno para la criptozoología: “On the Track of Unknown Animals”, el primero de todos, que inauguró la nueva ciencia, tratando las nuevas especies recién descubiertas y las recién extintas, y discute la posible evidencia de críptidos (si bien Heuvelmans inventaríale término criptozoología posteriormente); y “In the Wake of Sea Serpents”, que es una recopilación y análisis de testimonios sobre avistamientos de críptidos marinos, especialmente las serpientes marinas de tamaño desmesurado y el calamar gigante.
Publicaciones e investigación no fueron el único rasgo resaltante del matrimonio entre Heuvelmans y la criptozoología; además de lo ya explicado, el “padre de la criptozoología” fue un enérgico activista a favor da la expansión y aceptación de esta disciplina. Gracias a el se fundó la Sociedad Internacional de Criptozoología, de la cual fue presidente hasta su muerte.
Realizó una labor enciclopédica de recopilación de testimonios, mitos y rumores de criaturas sin confirmar, y básicamente, forjó el mismo lo que es la criptozoología moderna.
La “actitud criptozoológica”
Es esta actitud la que empujó a zoólogos, naturalistas, botánicos, exploradores y demás hombres dedicados al estudio de la naturaleza a realizar lo necesario para averiguar la existencia de criaturas como, por ejemplo, el okapi o la mariposa esfinge…
lunes, 13 de julio de 2009
Críptidos famosos IX.c: Aves gigantes
La mayor ave conocida por la ciencia es el albatros viajero, que habita exclusivamente en los océanos del Sur y que posee la mayor envergadura de alas: 3,3 metros. Le sigue muy de cerca en tamaño el cóndor andino, con una envergadura de 3 metros. Las alas del cóndor californiano miden de punta a punta 2,7 metros, pero se cree que en la actualidad no sobreviven más que unos 40 ejemplares de esta especie.
Sin embargo, incluso un cóndor parecería diminuto al lado del teratórnido, un ave que se extinguió hace unos 10.000 años. Se cree que fue el ave de mayor tamaño que jamás haya habitado la Tierra, con una longitud de 3,3 m, una envergadura de 7,5 m, y un peso de unos 75 kilos. Se han encontrado fósiles en Argentina, México y el sur de los Estados Unidos, y se calcula que algunos de ellos revelan una antigüedad de 5 a 8 millones de años.
En la mitología se habla también de aves enormes. Los indios illinois pintaron un pájaro monstruoso, el Piasa o "ave devoradora de hombres", en una roca que domina un río cerca de Alton, en el estado de Illinois. Solían disparar flechas o balazos contra esta imagen cuando pasaban junto a ella en sus canoas. La pintura fue vista por exploradores misioneros en el siglo XVII antes de que la superficie de la roca fuese destruida por la erosión. En 1970 se pintó de nuevo una imagen del Piasa, imitando la tradicional.
Críptidos famosos IX.a: Aves gigantes
* Algunos avistamientos y datos interesantes (parte 1):
En Tippah County (Missouri, Estados Unidos), un maestro de escuela refirió en 1878 la siguiente y trágica historia: "Hace unos días ocurrió en mi escuela un triste suceso. Durante algún tiempo, las águilas se mostraban muy inquietantes en los alrededores, ya que habían capturado cerdos, ovejas, etc. Nadie creía que intentasen apoderarse de un chiquillo, pero el jueves, durante el recreo, los niños se encontraban a cierta distancia de la casa, jugando a las canicas, cuando su pasatiempo se vio interrumpido por una enorme águila que descendió, capturó al pequeño Jemmie Kenney, de ocho años, y se alejó volando con él entre sus garras. El niño gritó y, cuando yo salí de la escuela, el águila volaba a tal altura que sólo pude oír los alaridos del niño. Se dio la alarma, y, a fuerza de gritos y disparos al aire, el águila se vio obligada a dejar caer su víctima, pero sus garras se habían hundido tan profundamente en él, y la caída fue desde tal altura, que el pequeño murió..."
Éste no es el único caso de un chiquillo arrebatado por un águila. En 1838, en las montañas de Suiza, una niña de cinco años llamada Marie Delex fue capturada por un ave cuando se encontraba jugando con sus amigas. No fue transportada al nido del ave, ya que un grupo que salió en su búsqueda encontró allí dos aguiluchos y montones de huesos de cabra y de oveja, pero ningún rastro de la pequeña. Pasaron dos meses antes de que un pastor encontrara sobre una roca su cadáver mutilado.
La noruega Svanhild Hantvigsen narra que cuando tenía tres años, en 1932, fue capturada por un águila y llevada hasta su nido. Fue rescatada por varias personas que habían presenciado el hecho, y tuvo la suerte de escapar del trance sin un rasguño, aunque sus ropas estaban hechas jirones.
Este tipo de ataques resultan alarmantes e insólitos, pero no misteriosos. Algunas veces, sin embargo, surgen noticias de otra clase, acerca de monstruosas criaturas aladas que no parecen ajustarse a la descripción de ningún ave de las descritas por la ornitología. A veces, parecen más bien gigantescas criaturas voladoras de las que se extinguieron hace millones de años; en ocasiones, parecen medio humanas.
Críptidos famosos VIII.a: El Leviatán
* Leviatán como uso genérico para monstruos marinos:
Durante la edad de oro de los viajes marinos, los marineros europeos vieron al Leviatán como una gigantesca ballena-monstruo del mar, o generalmente una serpiente marina, que devoraba naves enteras al nadar alrededor de los cascos tan rápidamente creando un torbellino.
Leviatán es también el título del trabajo seminal de Thomas Hobbes sobre el contrato social y la creación de un estado ideal - el Commonwealth. Muchos trabajos se dedicaron a decidir el porqué él nombró su libro el "Leviatán" y una de las primeras causas de esto son la influencia y el miedo en Inglaterra de la poderosa Armada española antes de la desastrosa expedición al mando de Alonso Pérez de Guzmán el Bueno y Zúñiga en 1588.
Debido en gran parte a la influencia de la obra clásica de Herman Melville, Moby Dick, el Leviatán ha venido a ser asociado por muchos con el Cachalote, producto del comportamiento que pueden presentar estos animales. Un ejemplo de esto está en la representación de Pinocho por Disney en la que éste es tragado (como Jonás en la Biblia) por un Cachalote, a pesar del hecho de que en la historia original, Pinocho fue tragado por un "Pesne-cane", traducido como "pez-perro" o "tiburón"; y Jonás por un pez.
Del mismo modo hay quienes postulan un paralelo entre Leviatán y otras criaturas marinas mitológicas, tales como los Naga de siete cabezas de la mitología hindú y del Oriente Medio.
Críptidos famosos VII.g: La bestia de Gévaudan
c) Híbridos: el único caso creíble (y probable) en esa zona, sería un híbrido producido entre un perro y un lobo o entre dos razas grandes de perro. Son relativamente frecuentes y conocidos los casos de cruces fortuitos entre perros y lobos, ya que comparten un material genético prácticamente idéntico, pero no pueden generar descendencia con capacidad reproductora, por lo que el hibrido no es considerado una especie. Sería muy interesante ver el resultado del cruce entre un lobo y una especie de perro de gran tamaño (un mastín o un dogo alemán, por ejemplo). Por otro lado, las peleas organizadas entre perros de presa entrenados para la lucha y otros animales (osos, lobos, tejones, etc.) ya eran habituales en toda Europa desde hacía varios siglos. Esos perros utilizados para batidas de caza, peleas y guerras, muchas veces eran cubiertos parcialmente por sus dueños con protecciones de cuero y metal para evitar las heridas que les pudieran producir sus adversarios. Este hecho, también podría explicar, al menos en parte, el extraño aspecto de la bestia ante los ojos de los testigos. No sería difícil imaginar lo que podría hacer un híbrido de las especies antes mencionadas abandonado en una zona habitada y teniendo que subsistir por sus propios medios... Por todo ello, esta última es la posibilidad que parece más aceptable, teniendo en cuenta los datos que se poseen y las descripciones de los testigos, ¿sería un híbrido entre un lobo y un gran perro de presa la famosa bestia del Gévaudan?
Críptidos famosos VII.f: La bestia de Gévaudan
b) Especies exóticas: en el siglo XVIII en Europa, ya vivían en cautividad numerosas especies exóticas procedentes de todo el mundo. Leones, leopardos, tigres, hienas, pumas... cualquiera de estos animales escapado de su cautiverio, podría adaptarse a vivir en libertad en una zona boscosa con recursos suficientes para proporcionarles alimento y cobijo. Algunas de las descripciones del animal dicen que tenía un gran tamaño, pelaje de color rojizo, con una cresta de pelo en el dorso y varias franjas verticales más oscuras en la parte posterior del cuerpo. Esta descripción podría adecuarse a primera vista a una hiena rayada, y de hecho varios autores contemporáneos y posteriores a los sucesos apuntaron a este animal como probable causante de los ataques, aunque si bien este animal puede tener un comportamiento agresivo en ocasiones, no es plausible que ataque, mate y devore a decenas de personas. Otro tanto podría decirse del tilacino o lobo marsupial de Tasmania, con el cual se ajustan varias de las descripciones: hocico alargado, grandes fauces, capacidad de dar grandes saltos y cuartos traseros atigrados. Este animal (presuntamente extinto a mediados del siglo XX) ya era conocido a finales del siglo XVIII por los colonos de Australia y Tasmania (y por los aborígenes desde mucho antes), aunque la posibilidad de que hubiera en Europa algún ejemplar en 1764 traído por algún barco desde las antípodas, se antoja muy remota. Tampoco el tamaño y su supuesta ferocidad se ajustan a esta especie. Existen ejemplares de tigres cuyas típicas rayas verticales están casi limitadas a sus cuartos traseros y desde luego un tigre es perfectamente capaz de llevar a cabo la mayoría de actos supuestamente cometidos por la bestia del Gévaudan. Tendríamos por tanto, en un tigre escapado de cautividad como posible (aunque muy poco probable) candidato a ser nuestra misteriosa bestia.
Críptidos famosos VII.e: La bestia de Gévaudan
Dejando de un lado posibles animales fantásticos y hombres-lobo, los candidatos más probables serían los siguientes:
a) Lobos: En 1764 en esa zona abundaban los lobos. Los lobos eran muy temidos, principalmente por toda la mitología asociada a ellos y por los ataques que realizaban al ganado doméstico. De hecho, fueron cazados muchos ejemplares durante las numerosas batidas que se realizaron para tratar de acabar con la bestia. Uno de ellos, de un tamaño enorme, fue abatido por un habitante de la zona y tras ello parece ser que los ataques (o las informaciones sobre ellos) disminuyeron durante un breve período. Como las muertes continuaban y era un hecho difícil de silenciar, las partidas de caza volvieron a los bosques del Gévaudan, acabando con la vida de otro gran ejemplar de lobo que se dijo podría ser la pareja del anterior (las fuentes hablan de unas dimensiones de 1,8 m. desde la base de la cola hasta la punta del hocico y 65 kg de peso). Para añadirle más intriga a la historia, el esqueleto del animal abatido se conservó en un museo de París hasta 1830 cuando fue destruido por un incendio. Es muy improbable que un lobo solitario fuese capaz de realizar todos los ataques ya que no concuerda en absoluto con el comportamiento de la especie. Un grupo de lobos actuando coordinadamente sí serían capaces de realizar estos ataques, pero los testimonios siempre coinciden en que se trataba de un único animal. Además, los humanos sólo en muy raras ocasiones han sido víctimas de los lobos. Sí se conocen casos bien documentados de otros animales causantes de decenas de muertes de personas en otros continentes, en los cuales ejemplares aislados de animales como leones, tigres o leopardos se acostumbraron a cazar y devorar hombres ya que les resultaban presas muy fáciles de capturar. Se habla también de una supuesta subespecie de lobo extinta en el siglo XIX, de mayor tamaño y ferocidad que las actuales, como posible candidato. Este dato habría que tomarlo en principio como poco fiable, aunque es cierto que en muchas especies de animales por diversos motivos surgen muy de vez en cuando individuos de mayor tamaño que la media habitual (así como también surgen otros de menor tamaño de lo habitual). En cualquier caso nunca estaríamos hablando de un animal del tamaño de una res y 500 kg de peso, como aseguraban algunas de las descripciones de la época.
Críptidos famosos VII.d: La bestia de Gévaudan
Ateniéndonos a las descripciones de la época, probablemente exageradas en cuanto al tamaño y cualidades de la bestia del Gévaudan, se pueden sacar varias conclusiones que nos pueden ayudar a la hora de establecer su identidad:
1) Parece cierto que un animal con características poco comunes fue capaz de atacar y matar a varias decenas de personas en la segunda mitad del siglo XVIII en los bosques de la región del Gévaudan. Las cifras varían, según las fuentes consultadas entre 70 y 140 muertes. Es probable que la cifra real de muertes se ajuste más a 70, si bien hay que tener en cuenta que se produjeron varias decenas de heridos.
2) El hecho de que la mayoría de víctimas mortales fueran mujeres y niños, algunas de las cuales presentaban signos evidentes de haber sufrido abusos sexuales antes o después de su muerte, hace creíble pensar que una o más personas, aprovechándose de las circunstancias, dieran rienda suelta a sus peores instintos, violando, asesinando y mutilando a varias de las víctimas atribuidas a la bestia. Los restos de estos crímenes, abandonados en los bosques no tardarían en ser localizados y devorados por animales que pudieron cargar con la culpa de la autoría de los hechos.
3) El hecho más interesante de esta historia, parece ser el llegar a averiguar la especie animal capaz de provocar tantas muertes ajustándonos a las descripciones emitidas por quienes tuvieron la "fortuna" de ver al animal.
Críptidos famosos VII.c: La bestia de Gévaudan
El asunto de la Bestia de Gévaudan traspasó fronteras y llegó a considerarse un problema serio para el gobierno de Luis XV, entonces recién salido de la Guerra de los Siete Años. Las potencias extranjeras comentaban jocosas cómo el ejército francés podía pensar siquiera en la victoria si sus mejores tropas no eran capaces de capturar un "simple" lobo en mitad de su propio país. Pronto se retiraron de la zona a las autoridades locales por considerarlas inútiles, y se pescó a más de un cazador particular que ponía pistas falsas para despistar a los dragones y aspirar a cobrar la recompensa matando él mismo la Bestia. Se pusieron trampas y se rastreó el monte día y noche, pero la bestia siempre aparecía en otro lugar y continuaba su siniestra matanza.
El nerviosismo se apoderó de la población y estallaron disturbios. Se acusó públicamente a algunos vecinos de ser hombres lobo que se convertían por las noches en la bestia; otros se volvieron contra los gitanos, a los que acusaron de criar alguna bestia salvaje en su circo que había escapado al monte. Los sacerdotes predicaban contra el rey, responsable indirecto de la crisis, o decían que las víctimas eran jóvenes lascivas a las que Dios había enviado la Bestia como castigo. Incluso se llegó a poner en el punto de mira a un noble que había estado en África y criaba en los jardines de su palacio hienas, tigres, leones y perros de presa, acusándolo de cruzar los animales hasta dar con una bestia asesina e indestructible.
Fuese ella o no, lo cierto es que en 1767, con más de 130 muertes en la región, un campesino armado abatió en Gévaudan un lobo descomunal, más grande que cualquiera de los que se podían encontrar en Francia. Poco después se mató una loba también de gran tamaño. La leyenda cuenta que los responsables de las capturas emplearon balas de plata hechas tras fundir medallas de la Virgen María, algo que ha pasado posteriormente al imaginario colectivo como la única forma de matar un hombre-lobo. Al menos uno de los ejemplares fue llevado a París, donde llegó en un estado de putrefacción muy avanzado, lo que impidió disecarlo. Su esqueleto fue expuesto en el Museo Real de la ciudad hasta su destrucción en un incendio. A pesar de que el esqueleto se ha perdido, las descripciones parecen indicar que se trataba de una gran subespecie de lobo de los Alpes, extinta en el siglo XIX. La falta de animales grandes que estos lobos encontraron en su nuevo hogar les habrían impulsado a alimentarse de los humanos, fáciles de capturar y matar. Desde entonces, no se ha producido ningún ataque similar a los de la Bestia.
Críptidos famosos VII.b: La bestia de Gévaudan
La mayor parte de los ataques se registraron en los alrededores de Aveyron. El primero de ellos se produjo el 30 de junio de 1764, día en que asesinó a Jeane Boullet, de 14 años. En los tres meses siguientes, la Bestia atacó y mató salvajemente a dos niñas, dos niños y una mujer. En invierno, con el animal acuciado por el hambre, las muertes ascendieron hasta el punto de que se producía una víctima o dos cada semana. En ésa época, los bosques de Gévaudan acogían una población considerable de lobos, pero los testimonios de los pocos testigos y supervivientes rechazaron su autoría. Describían al animal como una bestia gigantesca de pelo rojizo con un tamaño mucho mayor que el de un lobo, con rayas negras en los cuartos traseros y una cresta de pelos largos sobre el lomo. La cola era larga y musculosa, y las mandíbulas, bien desarrolladas y llenas de dientes enormes. Los rastreadores y cazadores que acudieron al lugar atraídos por las recompensas ofrecidas para quien capturase al monstruo, encontraron huellas de tamaño considerable y le calcularon un peso de unos 100 kg. Durante meses se mataron grandes cantidades de lobos en la zona, pero la bestia era increíblemente escurridiza. Llegó a mencionarse que las balas rebotaban sobre su lomo y los aterrorizados campesinos opinaban que era el mismo Demonio venido del infierno. Pronto llegó a considerarse un problema nacional, y el propio rey Luis XV envió un cuerpo de dragones de caballería para abatirla, sin resultados, al que posteriormente se unirían otros tres. Para entonces el año de 1764 había acabado y las víctimas ya eran 54.
Según el testimonio de uno de los capitanes de los dragones, logró ver cara a cara a la Bestia antes de que ésta consiguiese huir. Era tan grande como su propio caballo, pero pronto lo dejó atrás con facilidad, pues lo superaba ampliamente en velocidad y agilidad. Mientras huía, él y los hombres que le acompañaban descargaron varias decenas disparos contra ella que ni siquiera parecieron atravesar su piel.
Críptidos famosos VII.a: La bestia de Gévaudan
Se le atribuye la muerte de más de 130 campesinos, en su mayoría mujeres y niños, que fueron encontrados despedazados por los dientes de algún animal. En algunos casos las víctimas fueron encontradas decapitadas o partidas por la mitad, lo que demuestra la enorme violencia con la que fueron asesinadas. Son menores los casos de animales domésticos muertos por la Bestia, pues parece que ésta prefería la carne de los pastores a la de sus ganados.
* Otros casos similares
Los ataques ocurridos en Gévaudan no fueron casos aislados. Un siglo antes, en 1693, ocurrieron ataques similares en Benais, donde hubo cerca de 100 víctimas, la mayoria mujeres y niños. La bestia responsable fue descrita de forma muy similar a la de Gévaudan. Durante los sucesos de Gévaudan fue vista una bestia el 4 de agosto de 1767 en Sarlat, una región con cuevas prehistóricas situada cerca de Gévaudan. Cuatro decadas después, entre 1809 y 1813, hubo más ataques en Vivaris, donde hubo al menos 21 víctimas (niños y adolescentes). Entre 1875 y 1879, hubo más ataques en L'Indre. Todos estos ataques ocurrieron en periodos de 4 años. Existen informes de ataques por parte de criaturas similares hasta 1954.
Críptidos famosos VI.b: El Megalodón
* Posibilidades de supervivencia actual
Aunque la gran mayoría de los expertos consideran que la evidencia disponible indica claramente que el megalodon está extinto, la idea de que una población superviviente pudiese seguir existiendo en la realidad parece haberse asentado en el imaginario público, a pesar de que la mayor parte de las evidencias en favor de esta idea es escasa. Sin embargo esta idea no es descartada por la mayoria de los científicos.
* Pruebas concretas
Dos dientes de megalodonte encontrados por el HMS Challenger fueron datados para fechas tan recientes como de 10.000 a 15.000 años atrás, tiempo estimado para la deposición de la cantidad de manganeso acumulada sobre ellos. No obstante, es bastante probable que los dientes estuviesen ya fosilizados antes de que la costra de manganeso se desarrollase sobre ellos, por lo que su origen sería mucho más antiguo y no tendría nada de extraordinario. Varios autores opinan que las estimaciones recientes para estos dientes son imprecisas y que cualquier afirmación de la existencia de Carcharodon megalodon en tiempos post-pliocénicos es simplemente errónea, basada en metodología y experimentos obsoletos. Roesch y otros recalcan el hecho de que los megalodontes eran probablemente animales costeros (como los tiburones blancos), por lo que una supervivencia en el fondo de los océanos sería extremadamente inverosímil.
Por otra parte, se ha informado de supuestos hallazgos (sin confirmación por parte de expertos) de esqueletos y huesos de cachalotes en cuyo interior aparecían dientes de megalodonte incrustados. No obstante, las historias de este tipo se consideran simples leyendas urbanas.
Críptidos famosos VI.a: El Megalodón
Algunos informes relativamente recientes sobre grandes criaturas semejantes a tiburones se han interpretado a veces como descripciones de megalodones supervivientes, pero suelen considerarse en la mayoría de los casos como identificaciones erróneas de tiburones peregrinos, tiburones ballena u otros animales de gran tamaño. Un famoso ejemplo de esto fue recogido por el escritor Zane Gray. Es posible, aunque poco probable, que algunos de estos avistamientos correspondan a tiburones blancos anormalmente grandes. Este es el caso de otro famoso avistamiento dado a conocer por el naturalista australiano David Stead. Aunque de enorme difusión, este relato se considera generalmente como de poco valor debido a que la mayoría de las afirmaciones que contiene provienen de fuentes anónimas:
"En el año 1918 recogí la sensación que se había causado entre los recolectores de marisco "forasteros" en Port Stephens, cuando, durante varios días, se negaron a ir a sus caladeros regulares en las cercanías de la isla Broughton. Los hombres habían estado trabajando en los caladeros situados en aguas profundas cuando un inmenso tiburón de proporciones casi increíbles hizo acto de presencia, levantando una nasa repleta de cangrejos tras otra, y tomando, como los hombres dijeron, "nasas, amarras y todo". Estas nasas de cangrejos, debe decirse, medían alrededor de 6 pulgadas (1,06 metros) de diámetro y contenían con frecuencia de dos a tres docenas de cangrejos de buen tamaño, cada uno de los cuales pesaba muchas libras. Todos los hombres eran unánimes al afirmar que este tiburón era algo que nunca habrían soñado. En compañía del Inspector de Pesca local, interrogué a muchos de los hombres de forma muy exhaustiva y todos ellos estuvieron de acuerdo en el tamaño gigantesco de la bestia. Pero las longitudes que ellos proporcionaron eran, en general, absurdas. Lo menciono, no obstante, como indicativo del estado mental en que les había introducido este inusual gigante. Y teniendo en cuenta que éstos eran hombres que estaban habituados al mar y todos los tipos de tiempo, así como a todos los tipos de tiburones. ¡Uno de los miembros de la tripulación dijo que el tiburón tenía por lo menos trescientos pies (90 metros) de largo! ¡Los otros decían que era tan largo como el muelle en el que nos encontrábamos -alrededor de 115 pies (35 metros)!. Afirmaban que el agua "hervía" en una amplia zona cuando el pez pasó nadando por ella. Estaban completamente familiarizados con las ballenas, que habían visto pasar a menudo en el mar, pero esto era un gran tiburón. Habían visto su terrible cabeza que era "por lo menos tan larga como el suelo del muelle situado en la Bahía de Nelson". ¡Imposible, por supuesto! Pero éstos eran hombres prosaicos y bastante imperturbables, no dados a las "historias sobre peces" ni siquiera cuando hablaban sobre sus capturas. Aún más, ¡sabían que la persona con la que hablaban (yo mismo) había oído todas las historias sobre peces antes! Una de las cosas que me impresionó fue el que todos ellos concordaran en el fantasmal color blanquecino del gran pez. El Inspector de Pesca de la localidad en esa época, el señor Paton, estuvo de acuerdo conmigo en que aquello tuvo que ser algo realmente gigantesco para poner a estos hombres experimentados en un estado de miedo y pánico..."
El tiburón blanco es el unico que saca su cabeza para ver lo que está ocurriendo afuera.
Críptidos famosos V.b: Pie Grande o el "Sasquatch"
Ya sean criaturas verdaderas o no, el Yoan tiene un impacto demostrable como fenómeno cultural. La mayoría de la gente asimila rápidamente los significados de las palabras “Yoan” o “sasquatch” y se emplean para designar muchos productos, como Monoss, monopatines, esquíes, un motor de búsqueda de Mononet y los Yoan Truck.Tambien ha salido como un mod en el juego de la consola de videojuegos Playstation 2, "GTA:San Andreas".
Se ha escrito mucho sobre el tema, con una amplia variedad de puntos de vista: desde espeluznantes tabloides hasta un pequeño número de estudios serios. Se han realizado diversas novelas y, por lo menos, una película, así como un personaje de tiras cómicas de la compañía Marvel Comics, llamado Sasquatch.
En el videojuego de Capcom, llamado Darkstalkers, aparece un personaje llamado Sasquatch.
* Leyes al respecto
Con respecto al sasquatch, el condado de Skamania, en Washington, aprobó una ley 1969 por la que “cualquier agresión deliberada e infundada a tales criaturas será juzgada como un delito” sujeto a multa o a pena de prisión. El hecho fue que esta legislación (aprobada el 1 de abril) no pasó desapercibida para el público, y Conrad Lundy, comisionado del Condado, declaró: “esto no es una broma del Día de los Inocentes... hay razones para pensar que tal animal existe” (citado en Pyle 278). Hunter y Dahinden declaran que “la conjetura de las autoridades del Condado de Skamania causaron mayor interés hacia el Pie Grande, más que distracción..."
Críptidos famosos V.a: Pie Grande o el "Sasquatch"
La mayoría de los científicos piensan que las pruebas existentes no son lo suficientemente convincentes y generalmente las consideran como el resultado de mitología, folclore o identificación errónea. Muchos profesionales y académicos afirman que los estudios adicionales son una pérdida de tiempo, pero otros piensan que la evidencia actual puede ser escasa y que ha de evaluarse objetivamente a medida que se vaya presentando. Otros, incluyendo una subcultura activa, compuesta generalmente por aficionados, continúan investigando y consideran la existencia del sasquatch como descendiente del Gigantopithecus.
* Turismo
Existen convenciones anuales relacionadas con el bigfoot. Esta criatura desempeña un papel importante en el turismo en el noroeste de los Estados Unidos; por ejemplo, existe una festividad llamada el “deslumbramiento anual de sasquatch” (Sasquatch Daze) en Harrison Hot Springs, British Columbia. Napier escribe que “el bigfoot se ha convertido en un gran negocio en algunas partes de Norteamérica... no se puede considerar como un mero fenómeno natural que se pueda estudiar con las técnicas de las ciencias naturales; su influencia forma parte del folclore” (citado en Pyle, 160.
* Etimología de sus nombres:
Tal y como se emplea en este artículo, y de acuerdo a su etimología, “sasquatch” y “bigfoot” son frecuentemente intercambiable en la literatura científica y popular, aunque las palabras tienen diferentes orígenes.
Críptidos famosos V.b: El Yeti
Representación hecha por un niño de cómo sería un yeti.
Según otros autores, como el paleontólogo Juan Luis Arsuaga, los primates en general y los simios en particular sólo viven en lugares donde existen frutas todo el año, es decir, en las zonas tropicales. Además no hay primates en las estepas, ni en los pinares mediterráneos, ni en los bosques de coníferas[1]
En el año 2008, un grupo de investigación japonés encabezado por el científico Yoshiteru Takashi, líder del proyecto Yeti nipón, recorrió durante 42 días la región de alta montaña Dhaulagiri IV dejando constancia de haber fotografiado huellas de unos 20 cm de longitud del escurridizo primate. Takashi asegura que volverá a Nepal y al Tibet durante los próximos años y no dejará el proyecto hasta que su grupo obtenga pruebas fehacientes de la existencia del ser legendario más buscado del planeta.
Críptidos famosos V.a: El Yeti
Quienes reconocen su existencia lo consideran un pariente lejano del orangután y descendiente del Ramapithecus que habitó en esta cordillera hace millones de años; y que por las características que presentaría el yeti, posiblemente esté emparentado con el Pie Grande y el Wendigo. Sin embargo, no existen pruebas concluyentes de la existencia de este primate. Incluso otras investigaciones relacionan al Yeti con los osos..
Críptidos famosos IV.b: El Chupacabras
*Comienzo del mito
La leyenda del Chupacabras, comenzó en 1992, cuando los periódicos de Puerto Rico, El Vocero y El Nuevo Día, comenzaron a divulgar las matanzas de muchos tipos de animales diversos, tales como pájaros, caballos, y cabras. En ese tiempo era conocido como El Vampiro de Moca puesto que algunas de las primeras matanzas ocurrieron en el pequeño pueblo de Moca. Mientras que al principio se sospechó que las matanzas fueron hechas aleatoriamente por algunos miembros de un culto satánico, eventualmente estas matanzas se comenzaron a dar alrededor de la isla, y muchas granjas divulgaron pérdidas de vida animal.
*Expansión del mito
Poco después de darse a conocer mundialmente las muertes de animales en Puerto Rico, otras muertes comenzaron a ser reportadas en otros países, tales como República Dominicana, Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia, Perú, Panamá, Brasil, los Estados Unidos, más notablemente en México; siendo atribuidas al llamado chupacabras. Así el chupacabras ganó estatus de leyenda urbana.
Las historias del chupacabras comenzaron a ser lanzadas varias veces en los noticieros norteamericanos e hispanos a través de los Estados Unidos, y se generaron productos comerciales del chupacabras, como camisetas y gorras de béisbol.
En donde más auge tuvo este fenómeno y leyenda fue en México, o al menos en el norte del país, fue en el poblado de El Álamo de Santiago, Cadereyta y Benito Juárez en el estado de Nuevo León, ya que ahí se reportaron muchos animales muertos (en su mayoría cabras y borregos) a causa supuestamente del chupacabras. Incluso en forma sarcástica se lo relacionaba con el Ex-Presidente Carlos Salinas de Gortari.
Se tienen datos de la presencia de casos similares en San Nicolás de los Garza en Mayo del 2006, donde atacó animales domésticos (gatos) que mordió en el lomo con los colmillos. las víctimas son hembras en su mayoría.
Críptidos famosos IV.a: El Chupacabras
El término Chupacabras es el nombre de un mito sobre un críptido contemporáneo, que se describe como un ser que ataca a animales de diferentes especies en zonas ganaderas, agrícolas o rurales.
El mito tuvo origen en la isla de Puerto Rico. Se cuenta que existe en América Central y América del Sur, en países como Argentina, Perú, Puerto Rico, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Chile, República Dominicana, México, etc; y en algunas zonas del sur de Estados Unidos. Es sobretodo en México donde este mito ha obtenido una fama considerable, que lentamente se esta integrando en la cultura popular de los jóvenes mexicanos, y que inspira temor en los campesinos de las regiones más agrestes, alejados de las urbes.
* Aspecto o morfología:
Jamás se ha tomado una foto real que asegure científicamente que existe el Chupacabras, sólo existen relatos de campesinos y testigos que vieron al supuesto animal.
Muchas son las apariencias que se han relacionado con este mito. Algunos testigos afirman que es como un gorila de tamaño menor con dientes muy pronunciados y capaz incluso de volar y/o dar saltos impresionantes y silenciosos. Otros relatos lo describen como un animal pequeño con forma de diablillo, mitad cabra mitad monstruo, y otros lo describen como una especie de murciélago mediano. Algunos dicen que tiene la apariencia de un perro, lobo o coyote.
Los rasgos que se le atribuyen de testimonio en testimonio son demasiado distintos como para que los criptozoólogos y demás expertos a quienes les concierne este tema no piensen seriamente en la posibilidad de que sea una farsa.
domingo, 12 de julio de 2009
Críptidos famosos III: Serpientes marinas
En realidad a este grupo de críptidos pertenecen todas las criaturas marinas de las que hay testimonios, y que no encajan en ninguna otra clasificación; la cantidad de variables de serpiente marina es abrumadora y desconcertante. Desde criaturas plesiosaurio morfas hasta seres dragónicos con toques de mamífero y serpientes propiamente dichas.
Se narra en la Biblia la existencia del Leviatán, un gigantesco monstruo marino normalmente representado como una serpiente, y se han encontrado serpientes marinas representadas en herramientas de la Edad de Bronce, lo que da una idea de la evidente antigüedad de este mito. Recién en el siglo XVIII se elabora la primera descripción científica de la serpiente marina, por Erik Ludvigsen Pontoppidan (1698-1764), que en 1752-53 publicó su “Historia Natural de Noruega”.
Críptidos famosos II.b: El Kraken
En todo caso, el concepto de Kraken moderno (con forma de pulpo o calamar gigante), que surge en el siglo XVIII, siendo nombrado y catalogado por autores como Carolus Linnaeus en su Sistema Naturae (1735) y Eric Pontoppidan, obispo de Bergen, en su Historia Natural de Noruega (1752-3), debe haberse originado por avistamientos de reales calamares gigantes (reconocidos oficialmente hoy en día) y pulpos gigantes. Aunque las primeras descripciones lo asemejan más a cangrejos parecidos a pulpos.
Es eso lo que los criptozoólogos defienden; que el Kraken es en realidad una versión algo alterada (mucho más drástica longitudinalmente hablando), por la imaginación y miedo exacerbados de los marineros, de el calamar gigante. A esto los científicos responden que el Kraken no es el calamar gigante; pero no se puede negar que es más que probable que el Architeithus dux o el calamar colosal sean lo que inspiró esta dantesca criatura cefalópodo morfa, el miedo de todos los marineros.
Críptidos famosos II.a: El Kraken
Es complicado establecer el origen de este mito, definir cual es el Kraken original. En la arcaica saga noruega del héroe Örvar-Odds y en los textos educativos del Konungs skuggsjá del año 1250, algo así como una enciclopedia medieval hecha para los reyes noruegos, se relatan criaturas como el Hafgufa, un gigante monstruo marino rara vez visto, que asemeja a una isla cuando asciende a la superficie, con un dorso de más de 2.4 kilómetros de longitud; no obstante, el Kraken no es nombrado.
Cabe señalar que, en noruego, la palabra kraken indica un animal malsano, retorcido, repulsivo; mientras que en el alemán moderno significa pulpo.
Recién a partir del siglo XVIII es que se identifica al Kraken como un pulpo o calamar gigante que brota de las profundidades del océano y devora embarcaciones y marineros, más o menos la noción que hasta hoy perdura.
Críptidos famosos I: El monstruo del lago Ness (Hipótesis sobre su existencia)
Otras hipótesis que hablan de nutrias (Lutra lutra), ciervos (Cervus elephas), focas (Phoca vitulina), aves, troncos a la deriva, rocas y formaciones continuas de olas, entre otras, encajan dentro de este grupo.
Contraponiéndose a la gama de tesis que otorgan explicaciones más racionales y posibles (aunque a veces muy poco probables), se encuentra la tesis del plesiosaurio. Si bien estos reptiles gigantes se extinguieron hace 65 millones de años, hay quienes creen que Nessie es un intruso marítimo (el lago Ness esta conectado al mar por un río del mismo nombre) que ha hecho del lago su hogar. Sin embargo, para mantenerse por tantos años este debe de haberse reproducido, por lo que deberían ser varios y no uno los inquilinos. Esto contradice la creencia popular de un solo monstruo del lago, aunque hay evidencia, como las imágenes de Deepscan, de varios cuerpos no identificados.
Críptidos famosos I: El monstruo del lago Ness (evidencia sólida sobre su existencia)
Estas son las pruebas más sólidas que hay sobre la posible existencia de Nessie.
La filmación capturada por el ingeniero aeronáutico Tim Dinsdale en 1960 fue el primer video e indicio contundente de que algo de grandes proporciones habitaba en las aguas oscuras del lago Ness. Dinsdale dedicó más de veinte años de su vida al estudio de este fenómeno lacustre, y logró el 23 de abril de ese año capturar en una cinta la joroba de un gran animal nadando a través del lago. Minuciosos estudios posteriores realizados por expertos concluyeron que la cinta mostraba un objeto animado navegando en el agua, lo que no descarta la posibilidad de que sea un ser vivo.
Las imágenes de Rines:
Tiempo después, en agosto de 1972, se obtendrían fotos de la bestia por parte del doctor Robert Rines, perteneciente a la Academia de Ciencias Aplicadas de Boston de Estados Unidos, y su equipo, a través del sonar y de cámaras subacuáticas activadas por movimiento. Son bastante nítidas, y aún no se pueden demostrar falsas. En realidad, estas imágenes no sugieren (al menos no al ojo novato) un montaje, a diferencia de la mayoría, y son esperanzadoras para los criptozoólogos.
La operación Deepscan
Por último, la expedición Deepscan, liderada por Adrian Shine y el Sr. Laurence de la empresa Laurence Electronics, dio inicio en 1986 a una búsqueda sin precedentes del monstruo. Una veintena de embarcaciones, casi todas equipadas con sonar, y un submarino, barrieron con ultrasonidos el lecho lacustre. Organizados en una línea, a fin de registrar la mayor extensión posible, de forma heterogénea, la expedición logró cubrir un 60% del lago. El resultado interesante se dio en el primer día; se hizo contacto con tres cuerpos bien definidos que se movilizaban distintas profundidades.
Si bien esta operación fue considerada un fracaso, pues en los días siguientes no obtuvo resultados positivos, lo conseguido en su primer día de excursión deja qué pensar.
Críptidos famosos I: El monstruo del lago Ness (avistamientos)
El encuentro más viejo con Nessie del que hay conocimiento es el de San Columbano (543-615 d.C.), un monje y misionero irlandés, en el año 565. El religioso supuestamente divisó a la bestia mientras realizaba el entierro de un picto, acompañado por varios otros, del mismo clan. San Columbano profirió sonoras frases y le “prohibió” a la criatura que infrinja daño a las personas, ahuyentándola. Este encuentro con Nessie sin embargo, no pasa de ser una leyenda hasta el día de hoy.
Mucho más recientemente, en 1880, el buzo Duncan McDonald se hallaba sumergido explorando un viejo naufragio en las profundidades del extremo occidental del lago. Repentinamente, pidió frenéticamente que lo devuelvan a la superficie, por medio de la sonda. Una vez en la superficie se comprobó que el hombre se hallaba prácticamente en estado de shock, con una clara expresión de terror.
Pasada la conmoción, afirmaría haberse topado con un gigantesco animal, describiéndolo como un “anfibio de gigantescas proporciones”
Durante los años 30, ya del siglo XX, la cantidad de avistamientos se incrementó, lo que coincidió con la construcción de una carretera que hizo la zona más accesible, y que bordea el lago hasta la fecha. De todos estos, el del cirujano londinense Kenneth Wilson sería el más famoso de todos, pues estaba respaldado por dos fotos de Nessie, que rápidamente dieron la vuelta al mundo. Estas serían en los 90’s descalificadas como evidencia, debido a una turbia confesión de uno se sus autores, Chris Spurling, que aseguró que eran un fraude, y que Wilson solo publicó las fotos, aunque el asunto es bastante más enredado y aún genera polémica sobre la validez de estas fotografías. De todas formas, falsas o no, con estas imágenes Nessie se introdujo en la cultura popular occidental, catapultándose a la fama.
Críptidos famosos I: El monstruo del lago Ness (Origen y antecedentes)
El mito del Nessie se remonta a hace más de 1.500 años, a las tribus pictas que habitaron, durante siglos, las Tierras Altas Escocesas, una región inhóspita y alejada de las grandes urbes, actualmente una de las zonas de menor densidad poblacional y desarrollo en Escocia.
Los pictos, una confederación de tribus que habitó Escocia desde los tiempos del Imperio Romano, fueron hábiles artistas de la piedra. Sus petroglifos retratan elementos de su entorno; animales, plantas y elementos de su vida cotidiana. Uno de estos pesados bloques en particular, de más de 15 siglos de antigüedad, es el que ha despertado el interés entre los científicos y que ha hecho visible el remoto origen del mito de Nessie, pues muestra a un extraño ser de cuerpo alargado y cabeza apuntada muy parecida a la de ciertos animales acuáticos, que arqueólogos e historiadores han denominado “la bestia de los pictos”. Esta sería la primera representación gráfica, la prueba documental más ancestral de un monstruo lacustre; de Nessie, precisamente.
¿Qué es un críptido? (FALTA)
Criptozoología hoy en día II: Propagación de la criptozoología
Por un lado significa una mayor acogida y popularidad, pero también abre el paso a impostores o aficionados poco preparados que realizan actos que ensucian la germinante imagen de la criptozoología. Son estos aficionados los que, por ejemplo, dan testimonios falsos y elaboran pruebas falaces que desconciertan a la opinión pública y a los criptozoólogos, dejando mal parada a esta disciplina. El Chupacabras por ejemplo, según intuyen la mayoría de expertos (los más críticos y profesionales), sería obra de un grupo de aficionados que buscan generar polémica.
Actualmente también organizaciones involucradas en este tema como la Sociedad Española de Criptozoología y la Sociedad Internacional de Criptozoología divulgan con rigor esta disciplina y buscan introducirla en el ámbito universitario, lo que significaría un avance incomparable para esta.
Criptozoología hoy en día I: ¿Ciencia o pseudociencia?
Al catalogarse de esta forma, carece de credibilidad y de la condición de ciencia, por lo que no se enseña (al menos no oficialmente) en los institutos y universidades de todo el mundo. Los criptozoólogos por lo tanto son profesionales de otras ramas, no muy lejanas claro, como la biología, que toman la criptozoología como una especie de "hobby", aunque manteniendo la rigurosidad científica (dependiendo de la persona). No existen pues criptozoólogos profesionales o titulados; la criptozoología ha quedado relegada a la clandestinidad, siendo escasísimos los expertos en esta disciplina que puedan ser considerados como tales, y menos aún los respetados y reconocidos mundialmente.
La etiqueta de “ciencia de los monstruos”, que se le ha incrustado a la criptozoología afecta la credibilidad de todos sus adeptos, y la muestra como una pseudociencia disparatada, con poca seriedad científica.
“Ciencia de los monstruos”, eso dice mucho de la reticencia que existe en la mayoría de círculos académicos a aceptar a la criptozoología y su posible valor científico. Pero la criptozoología contemporánea ha estado alerta y no se ha dejado someter; se está convirtiendo en una disciplina más meticulosa con el paso de los años. A esta nueva tendencia corresponden una facción de criptozoólogos que buscan alejarse de lo anómalo, que quieren excluir de sus estudios a las criaturas de elementos paranormales o “mágicos”, denominándolas pseudocríptidos, para llevar al estudio de los animales ocultos a un nivel más elevado, dejando atrás la camisa de fuerza de las pseudociencias.
viernes, 10 de julio de 2009
Argumentos en contra de la criptozoología III
- Una de las grandes problemáticas de la criptozoología es la imposibilidad de que exista un único espécimen de alguna especie, de forma indefinida en la naturaleza, como aparentemente sucedería en el caso del monstruo del lago Ness y el Yeti.
En ambos casos, como en los de varios otros críptidos, los mitos de estas criaturas datan de siglos atrás, demasiado tiempo como para que un mismo espécimen (al menos que tenga propiedades “mágicas”) se mantenga vivo. Esto es genética y naturalmente imposible; tendría que existir una mínima población para asegurar su reproducción y permanencia a través del tiempo.
Los científicos y detractores de la criptozoología entonces plantean que, en caso existiera Nessie o el Yeti, debería existir no uno, si no pequeñas poblaciones de la misma especie, lo que implicaría una mayor probabilidad de hallazgo de estas criaturas, cosa que no se da.
- La gran mayoría de la evidencia con la que cuenta la criptozoología es de validez discutible; son la mayoría testimonios y pruebas documentales y materiales trucadas. Hay mucha interferencia de fanáticos y personas que se consideran criptozoólogos pero que están pobremente preparados e informados y carecen de escrúpulos.
Argumentos en contra de la criptozoología II
Los criptozoólogos responden que las criaturas que estudian son escurridizas y se refugian en lugares recónditos, muy alejados del hombre. Pero a pesar de esta ausencia de críptidos descriptizados, hay algo que los detractores de esta materia no están tomando en cuenta. Todos esos hombres de ciencia que estuvieron detrás del descubrimiento de nuevas especies por algo más que simple casualidad, que precisamente, impulsaron la búsqueda de la verdad sobre animales rumoreados, si bien no se consideraban ellos mismos criptozoólogos (la criptozoología aún no existía), tuvieron eminentemente la “actitud criptozoológica” que explico en el capítulo I, y actuaron con métodos típicos de una investigación criptozoológica.
En la mayoría de casos, motivados por la curiosidad, sus ganas de desentrañar enigmas los llevaron a introducirse en interminables junglas de muchos países y lugares sin nombre, así como a varios otros parajes inhóspitos; y a realizar una labor digna de un criptozoólogo.
El estudio de las criaturas ocultas, aunque precario en un primer momento, existe desde que el hombre sintió la inquietud de averiguar acerca de ellas, el nombre en sí y su denominación como ciencia, desde que Heuvelmans lo creó.
Argumentos en contra de la criptozoología I
No obstante, esta carencia es esencial para que la criptozoología sea lo que es. Si no hubiera carencia de evidencia para probar la existencia de ciertos animales, esto significa que no serían animales ocultos, sino especies absolutamente desconocidas (ni siquiera rumoreadas) o especies ya descubiertas.
Rememoremos el primer capítulo de este trabajo: ¿Qué es la criptozoología?, el estudio de las criaturas ocultas. ¿Qué es una criatura oculta?, un animal del cual sólo poseemos evidencia insuficiente para asegurar su existencia.
Entonces, exigirle a una disciplina que estudia criaturas meramente posibles, sin confirmar, gravitando en el marco de la probabilidad, la obtención de evidencia definitiva en todos los casos que estudia, es en realidad pedirle que anule su rango de estudio, esto es, los críptidos.
Poniéndolo de otra forma, la criptozoología cuenta con un “stock” de críptidos basados en evidencia mínima, en espera de ser comprobados con el hallazgo de pruebas definitivas. Es justamente su misión ir, a un ritmo pausado (no se pude ir muy rápido en esta materia), investigando y recopilando información y evidencia sólida, para que alguno de estos críptidos logre ser reconocido como una especie e ingresar a la zoología. Necesariamente estas supuestas criaturas van a permanecer en espera, hasta que se asegure o desmienta su existencia; de otra forma, no habría criptozoología.
"Éxitos" criptozoológicos III: El calamar gigante
Se denomina calamares gigantes a los cefalópodos del orden Teuthida, que pueden ser tanto de la familia Architeuthidae como de la Cranchiidae; la primera agrupando a varias especies y la última a una sola, el calamar colosal o Mesonychoteuthis Hamiltoni. El número de especies sin embargo, es fuente de polémica entre científicos, ya que se piensa que son menos de las establecidas, aunque con la reducida información que se tiene sobre estos cefalópodos y la dificultad de su estudio no se puede asegurar algo.
Abundan pinturas y testimonios de entre los siglos XVI y XIX que retratran o hablan de calamares gigantes, relacionándolos con el mítico Kraken. Se han encontrado además, a lo largo de la historia, numerosos especímenes de estos invertebrados varados sin vida en las costas de muchos países, asi como en los estómagos de cachalotes, aunque recién a partir de fines del siglo XIX pudieron ser fotografiados.
En un principio los calamares gigantes no fueron reconocidos como una especie por la zoología, hasta que se obtuvieron cadáveres lo suficientemente bien conservados como para realizar estudios y confirmar que eran un nuevo tipo de animal. Recientemente se pudo fotografiar y filmar por primera vez, en el 2005 y 2006 respectivamente, a un calamar gigante del género Architeuthis vivo y en su hábitat.
Los criptozoólogos ávidamente han acogido al comprobado calamar gigante, y lo han relacionado con el Kraken de la mitología escandinava y los relatos de ultramar, para buscar nuevamente un “triunfo” ante los científicos y la opinión pública, y por lo tanto, un incremento en su credibilidad. Pero esta relación que plantea al calamar gigante como el origen, la causa del desmesurado Kraken no va más allá de la hipótesis. En todo caso, lo que la existencia de los calamares gigantes sí prueba es que puede haber, en la inmensidad azul del planeta tierra, muchas formas de vida aún desconocidas para nosotros, y de proporciones sorprendentes para el ojo humano.
"Éxitos" criptozoológicos II: El celacanto
Pero más alla de estos ínfimos detalles, el hecho principal permanece: se descubrió un pariente hermano, similar casi en un 100%, de un animal considerado extinto. Entonces brota la pregunta: ¿cuántas otras especies, subclases o parientes cercanos de estas, consideradas extintas, en realidad no lo están? Es esa la pregunta que tanto le conviene a la criptozoología, pues deja a los científicos opositores y escépticos en desventaja, sin una respuesta que niegue esa posibilidad, justamente por lo sucedido con el celacanto.
Los criptozoólogos saben que, amparados en esa posibilidad de sobrevivientes insólitos, pueden argumentar que muchos críptidos como Nessie que están siendo estudiados por ellos, son en realidad especímenes prehistóricos que sobrevivieron a su era.
Podríamos decir entonces que es, de alguna forma, un “éxito” para la criptozoología, pues en esta ocasión, son los científicos de postura anticriptozoológica los que han perdido credibilidad, mientras que los criptozoólogos han visto fortalecido su eterno argumento de la duda, de la posibilidad, de que casos aislados como estos (o no tan aislados) sucedan, y que en nuestro extenso planeta (sobretodo en los océanos) existan aún animales creídos ya extintos.
"Éxitos" criptozoológicos I: El okapi
Las primeras sospechas de la existencia de este animal datan de 1890, cuando sir Henry Morton Stanley, que exploraba las riberas del río Congo por mandato del rey de Bélgica expresó en su diario sus dudas. Antes de eso, en Occidente se ignoraba completamente la existencia del okapi. Morton relató en sus memorias la extrañes que experimentó al comprobar que los nativos pigmeos de la zona no mostraban asombro alguno ante los caballos que llevaban en la expedición, que debían ser animales absolutamente desconocidos para los nativos.
El europeo interrogó a los lugareños y a sus preguntas ellos respondieron que en las junglas de la zona habitaba un animal muy similar a sus caballos; el “o’ api”.
Los relatos de Morton sobre este misterioso animal motivaron posteriormente a sir Harry H. Johnston a organizar y realizar una expedición al Congo Belga (en ese entonces), en busca de esta posible especie ignorada por la zoología, que navegó el río Congo en 1899, arribando a la zona de los nativos pigmeos Wambutti, los cuales le explicaron con mayor detalle la apariencia del animal. Recién en 1900 obtuvo pruebas sólidas; dos pieles de okapi, que envió a la Zoologycal Society de Londres, donde se comprobó que pertenecían a una especie desconocida que se bautizó como Equus johnstoni. Posteriormente con la obtención de cráneos del animal, se pudo comprobar que era en realidad una especie de jirafa de bosque, por lo que se rebautizó como Okapia johnstoni.
Si bien el descubrimiento del okapi no fue realizado por criptozoólogos, la actitud de los responsables de su descubrimiento corresponde a la “actitud criptozoológica” que propuse en el primer capítulo. La situación, además, corresponde al arquetipo de situación en la que un criptozoólogo debe intervenir.
Es debido a esto que los criptozoólogos usan este acontecimiento como argumento contra las críticas provenientes de la comunidad científica, pues se dio (no por criptozoólogos, pero se dio) una búsqueda de una criatura oculta, lográndose el objetivo de develar la verdad, que es, en este caso, la existencia positiva del okapi. Se realizó un proceso de investigación y seguimiento criptozoológico, que lograron cumplir la meta, a través de pruebas fiables y finalmente, la obtención de un espécimen. Es un trabajo casi perfecto, criptozoológicamente hablando, aunque realizado por zoólogos, que ni sabían el significado de esta palabra, pues aún no existía.
Fuentes de información
1. Tipos de evidencia
He recogido a continuación las distintas formas de evidencia de las que se pueden valer los criptozoólogos, dentro de tres categorías que yo mismo he propuesto:
- Evidencia testimonial:
Es la más abundante de todas. Comprende todos los testimonios directos de personas que indican, reafirman o cuestionan la existencia de un críptico, así como las tradiciones orales.
Un testimonio directo es de veracidad muy discutible. Al provenir de uno o pocos individuos, cabe la posibilidad de que este altere los hechos que narra (tanto inconsciente como concientemente), se haya confundido al momento de ser testigo (viendo cosas que no sucedieron o malinterpretándolas), o inclusive creado todo un fraude, dando un testimonio obsoleto. Esto último resulta extremadamente perjudicial para la criptozoología pues, si bien el farsante es conciente de su falacia, los criptozoólogos que se valen del testimonio no tienen ese conocimiento; pueden sospechar si se trata de un relato muy peculiar o descabellado, pero es mucho mas probable que consideren el testimonio como posible, cimentando en este parte de una investigación (o toda una), cuando en realidad no es auténtico.
Asimismo, las tradiciones orales (que son, valga la redundancia, transmitidas oralmente, de persona en persona) inevitablemente son distorsionadas con el paso de los años, muchas veces por el miedo a lo desconocido que aflora en las personas; en consecuencia, se altera la imagen del críptido, convirtiéndose en una mucho más misteriosa, mágica y peligrosa. - Evidencia documental:
Comprende los documentos escritos, representaciones artísticas, fotos, videos, grabaciones sonoras, registros de sonar y demás formas de registro que contengan algún tipo de información sobre el críptido que se busca estudiar. Ejemplos concretos de este tipo de evidencia son los extractos de la Biblia en los que se menciona y describe al Leviatán, los diarios de marineros que relatan encuentros con el Kraken y serpientes marinas en sus travesías por los océanos, los videos de Pie Grande o Sasquatch, las famosas fotos y registros de sonar de Nessie.
- Evidencia material:
Dentro de este tipo de evidencia se agrupa a todas las pruebas tangibles como especímenes completos, fragmentos anatómicos del cuerpo del animal, sean dientes, pelaje, huesos, como todo tipo de tejidos; y los fluidos y excreciones como la sangre y excrementos. También se clasifican dentro de esta categoría las huellas producidas por el críptido en su hábitat, así como en otros animales.
De todos los tipos de evidencia este es el más confiable y definitivo, pues es material que puede ser analizado a fondo, más que nada químicamente, para aseverarse si pertenece a alguna especie ya conocida o a una nueva.
Metódica y objetivos de esta disciplina
- Métodos
El ideal de los criptozoólogos “profesionales” es realizar sus investigaciones con el mayor reparo científico y suspicacia posible al momento del escrutinio en busca de la verdad o de la hipótesis más razonable. Para hacer esto, como sucede con todas las ciencias, se valen del método científico. Los verdaderos criptozoólogos invierten muchísimo tiempo en recolectar evidencia, pruebas en las cuales basar su trabajo, de lo contrario el elemento práctico (bastante limitado ya) estaría ausente y la criptozoología consistiría en pura especulación, ya excesiva y sin sustento.
En algunos casos para obtener la evidencia la criptozoología recurre a ciencias como la paleontología.
- Objetivos
"The task of cryptozoology consists of demythifying the content of information in an attempt to make the inventory of the planet's fauna as complete as possible."- Bernard Heuvelmans[1].
Tal como Heuvelmans sostiene, el objetivo esencial de la criptozoología es estudiar a todas las supuestas especies ignoradas por la zoología, con el fin de develar la verdad sobre ellas, sobre si son producto de la imaginación y los rumores o realmente existen, para que, en caso suceda esto último, sean incorporadas oficialmente al inventario de la zoología. Esto ha llevado a estudiar, en numerosos casos, mitos impregnados de superstición, provenientes de la tradición de algunas culturas[2].
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[1] “La tarea de la criptozoología consiste en desmitificar el contenido de la información en un intento de obtener un inventario lo más completo posible de la fauna del planeta” (traducción del autor).
[2] Como la escandinava, picta y de los indios norteamericanos (Kraken, Nessie y Thunderbird respectivamente).
Criptozoología vs. zoología
Un criptozoólogo, en cambio, es conciente del supuesto animal o animales en los que enfoca su trabajo, con el fin de asegurar si existe o no, valiéndose de un sustento científico definitivo. Debe tener todo un proceso previo de investigación, en el que recopila evidencia de varios tipos, para posteriormente plantear hipótesis y hacer predicciones referentes al animal.
Su trabajo no consiste en sacudir un árbol y hacer un recuento de qué insectos tiene en su inventario y cuales no. La criptozoología realiza un estudio específico y profundo, para aseverar o descartar posibles existencias de críptidos que ya tiene como objetivo. Poniéndolo más simple, aunque algo incompleto, los zoólogos se topan con nuevas especies y los criptozoólogos tienen supuestas especies ya trazadas como objetivo, a las que “dan caza”.
Criptozoólogos notables hoy en día
- Karl Shuker (1959)
El Dr. Karl Shuker es un zoólogo británico graduado en zoología en la Universidad de Leeds y en zoología y fisiología comparativa en la Universidad de Birmingham, especializado en criptozoología por su cuenta. Goza de un prestigio excepcional para ser un criptozoólogo, es uno de los pocos expertos en esta materia considerado un profesional serio. Gracias a su renombre ha sido consultor de zoología para el Libro Guinnes de los récords mundiales, es miembro de numerosas sociedades científicas como la Zoologycal Society of London, y aparece con regularidad en la radio y televisión. Es un prolífico escritor; ha publicado trece libros y más de cien artículos sobre criptozoología, y gran parte de estos tratan sobre críptidos anteriormente poco conocidos, como algunas supuestas especies de felinos. Shuker es el único criptozoólogo que es comparado con Bernard Heuvelmans, “el padre de la criptozoología”, aunque por una minoría, pues para muchos entendidos sus méritos no se comparan a los del Dr. Heuvelmans. A pesar de esto, basta con sus méritos ya logrados para darnos una idea de su profesionalismo, inteligencia y dedicación hacia este campo. Algunos de sus títulos más importantes son: “From Flying Toads to Snakes with Wings”, “The New Zoo: New and Rediscovered Animals of the Twentieth Century”, “Mysteries of Planet Earth”, “The Beasts that Hide from Man”, entre otras.
- Loren Coleman (1947)
Nacido en Virginia, Estados Unidos, escribe sobre muchas materias, con predilección por la criptozoología. Su amor a esta disciplina lo ha llevado a publicar variedad de interesantes artículos y a fundar el International Cryptozoology Museum en el 2003, en Pórtland, Maine. Pero no solo se dedica al trabajo de escritorio; ha realizado arduo trabajo de campo para recopilar información y evidencia principalmente sobre el Sasquatch o Pie Grande.
viernes, 12 de junio de 2009
¿Qué es la criptozoología?
Si logra su objetivo y comprueba la existencia de un críptido, a diferencia de la mayoría de ciencias, no incrementa su campo de aplicación, inmediatamente este animal pasa a ser objeto de estudio de la zoología, pues como ya ha sido identificado, ya no es un ser de existencia dudosa, sino una nueva especie reconocida.
Todo el proceso de indagación y estudio realizado por el criptozoólogo, previo a la identificación de la criatura, sobre la posible taxonomía, historia natural y apariencia de esta se convierte en información inútil, o útil quizás, pero para la zoología, que prosigue con la investigación de la nueva especie declarada.
- La “actitud criptozoológica”
A falta de un término existente para referirse a la actitud, a la disposición de rebuscar vigorosamente (y con gran persistencia) la verdad sobre una criatura de existencia no comprobada, empujado por la intriga y el deseo de ampliar el conocimiento zoológico, he acuñado el término “actitud criptozoológica”. Todos los auténticos criptozoólogos tienen esa actitud, y realizan su trabajo empujados por ella; también aquellos que no se consideran criptozoólogos, por distintas razones, pero comparten esas ganas, esa curiosidad e inquietud, tienen esta actitud.
Es esta actitud la que empujó a zoólogos, naturalistas, botánicos, exploradores y demás hombres dedicados al estudio de la naturaleza a realizar lo necesario para averiguar la existencia de criaturas como, por ejemplo, el okapi o la mariposa esfinge…
Historia
A pesar de tremendo crédito, Heuvelmans no consideraba su obra como el génesis de la criptozoología; para él, el zoólogo holandés Anthonie Cornelis Oudemans y su estudio de 1892 “La Gran Serpiente Marina” significaron el primer gran paso hacia la criptozoología moderna, tal y como él la concebía. En dicho libro Oudemans recopiló muchos testimonios sobre avistamientos de serpientes marinas con gran seriedad y rigor científico, explanando luego sus conclusiones, previa desarrollada de tema. Esa forma de trabajo, ese método de investigación, era lo que Heuvelmans consideraba que un criptozoólogo debía hacer al momento de seguirle la pista a los críptidos.
Heuvelmans dotó de nombre, seriedad y metódica científica a esa vieja práctica de cazar animales misteriosos. Desde Heuvelmans, la criptozoología ha evolucionado favorablemente, ganándose mayor prestigio y mejorando sus procedimientos de investigación, aunque hasta el día de hoy se considera una ciencia falsa.